Cuanto más cambie todo, más necesitarás comprobar.
Los clientes son personas y todas las personas cambian. Por ello, tu organización nunca podrá quedarse de brazos cruzados o dormida en los laureles de un éxito del pasado. Tus clientes evolucionan constantemente y la competencia aparece y mejora.
De modo que siempre existirá cierta presión sobre lo que funciona y lo que no, no solo en tu sitio web, sino en tu experiencia con clientes en general. Y aunque nadie conoce tu negocio mejor que tú, seguirás encontrándote con sesgos y puntos ciegos que podrían interferir en tu capacidad para detectar los cambios que tu experiencia necesita.
Es aquí donde una optimización con pruebas detalladas y constantes te ayudarán a mantenerte al día. Es cierto que centrarte en tu sitio web es un buen comienzo, pero, hoy en día, probablemente no sea suficiente. Tus clientes no se limitan al sitio web, así que tú tampoco deberías. Porque, a decir verdad, las pruebas en cualquier canal siempre son liberadoras. Te relajan y ayudan a que tu sexto sentido encaje a la perfección con las últimas necesidades de tus clientes. Solo tienes que observarlos. Ofréceles alternativas y mira sus reacciones, con pruebas imparciales, objetivas y en tiempo real. Obtén datos de todo el diseño general de tu experiencia, hasta del color del botón en el que tu cliente hace clic. Solo sabrás qué es lo mejor si preguntas y dejas que los resultados fluyan.