En el comercio minorista, las experiencias extraordinarias se llevan la palma.
El comercio minorista no consiste solo en comprar, sino que también se trata de sentirse comprendido y de desarrollar conexiones emocionales. Es por este motivo por el que los comercios minoristas que prosperan son los que crean experiencias extraordinarias, es decir, experiencias que van en sintonía con el cliente en todo momento y en cualquier canal. Y lo consiguen con datos, contenido e IA, y con todos estos elementos centrados en el cliente.